Queridos hamijos, no tengo ganas de escribir. Es que últimamente estoy bastante aplatanada y lo peor es que no hago NA.

Pero esto pronto cambiará, (o eso espero) porque los malditos exámanes se acercan cada vez más y porque me acaban de pasar un libro de estiramientos para recuperar mi preciada flexibilidad (gracias, Jetzt), que perdí cuando me dejé el ballet allá por los tiempos de Matusalén.

Pero ahora me voy a cervecearme, again, porque ayer también lo hice.

Sabeis esa canción de Iratxo que dice:

Se enamoró de un ángel llamado mal camino,

¿no? pues deberíais, y es justo lo que me pasa a mi. Me doy a la mala vida.