El Chico de los Ojos Color Miel

El Chico de los Ojos Color Miel conduce deprisa, parece que siempre esté tratando huir de algo. Siempre viste de oscuro, y así sus ojos resaltan más. El Chico de los Ojos Color Miel es difícil de tratar, nunca sabes con qué te va a salir.

La Chica de los Ojos Pintados y los Labios Desnudos, sueña con su sonrisa pícara y el brillo juguetón de sus ojos. A ella se le desboca el corazón cuando el Chico de los Ojos Color Miel le coge el teléfono y le dice: Hola, mi amor, ¿nos vamos a bailar?

A la Chica de los Ojos Pintados y los Labios Desnudos le tiemblan las manos porque a él le gusta bailar juntito, juntito, y podrá sentir su respiración en la frente y oirlo tatarear la canción en su oido.

Si, queridos, sigue siendo ficción. Necesito escribir algo de ficción de vez en cuando, para soñar y eso. Un beso, rebonicos.

La Señorita Carajillo

La Señorita Carajillo no me saluda por la calle aunque me conozca. Siempre lleva maquillaje de mapache, falda corta, escote bajo y tacones altos. La Señorita Carajillo cree que es una artista por hacer fotos en blanco y negro.


El Chico de los Ojos Color Miel está enamorado de la Señorita Carajillo, que no se da cuenta de lo que tiene.


¿Y yo? Yo soy la Chica de los Ojos Pintados y los Labios Desnudos, la amiga de ese enamorado que no se da cuenta, como la Señorita Carajillo, que estoy aquí sólo por él. Que mis noches a su lado intentando que no se derrumbe no son sólo fruto de la amistad.


Y me callo, me callo como una puta para no liarlo más. Y me trago todo lo que siento cuando una noche de tequila y kiwi acaban juntos en un rincón del bar, magreándose.

Vale, esto es FICCIÓN, cualquier parecido con la realidad es pura casualidad (o no).

Ayer por la noche me pensé un post sobre tu nueva manía de evitarme. Aunque, la verdad, no creo haber hecho nada para que lo hagas.

En realidad anoche estaba bastante cabreada, pero supongo que gran parte de ese cabreo se lo llevó el sueño.

Y que sepas que me molesta mucho que digas: no te preocupes yo luego lo hago / te acerco / lo deshago / loquesea, y luego por A o por B no lo hagas.

Necesito un cambio de aires. A ver que planes hay para esta noche.

Voy a tomar cartas en el asunto

Normalmente no permito que nadie me trate como si fuera una pared, contigo hice una excepción: estabas dolido, y me lo tomé con filosofía.

Dale tiempo, me dije. Pero ya ha pasado demasiado, y la pared sigue siendo más importante que yo. Así que: hasta aqui hemos llegado, por mis narices que soluciono esta mierda antes de que mi mala leche y tu indiferencia se traspase a alguien no involucrado directamente en esto.

¡Cojones ya!

De vuelta, y...

.... me he enamorado.

De las Galápagos, de su fragilidad, de su diversidad única, de los leoncitos marinos a los que te agachas para hacer una foto, les entra la curiosidad y salen disparados hacia ti. De los pájaros, sobre todo de las fragatas, son preciosos.

Del mar, ya lo estaba, pero ahora mucho más; de ir en barco y que el aire con salitre me seque el pelo y me lo alborote.

De nadar y descubrir un universo entero ahi abajo, de ver peces con unos colores que fuera del agua cuesta muchísimo encontrar o casi ni existen.

De la luz, que en el ecuador entra con un águlo distinto y parece que las cosas brillen más.

En fin, queridos, que como podeis apreciar, me hubiera quedado alli.

Queridos hamijos, os comunico mientras me hago la maleta escuchando la banda sonora de Tarzán que me voy de vacaciones, y que es muy posible que hasta que vuelva (22 de agosto) no actualice por estos lares. No es que no quiera, es que no sé como estará la conexión a Internete en las Galápagos.

Asi que os mando un besito veraniego desde la piscina de mi chalé:

( )

Ale, ya colgaré cienes y cienes de fotos a la vuelta.

Por una vez que una persona con un mínino nivel intelectual se fija en mi resulta ser un pedante insoportable, que solo sabe hablar de si mismo, y claro, yo tengo un ego enorme que alimentar, como ya sabreis.

Tampoco estoy muy preocupada al respecto, era un cuestión de orgullo más que de otra cosa, pero me sienta mal fijarme en personas que no son del todo adecuadas para mi.
Tengo un mal criterio, o una manera de confiar rápidamente en la gente que no me gusta nada.

En fin, me voy a cenar, y luego de cervezas con unos amigos, a ver si me sacan la melancolía de encima.