lunes, 21 de diciembre de 2009

Realmente no sé si debería contar esto o no, pero me apetece hacerlo, así que allá va:

Hoy me ha agarrado una plorera en la clase de risoterapia (aunque tenga ese nombre la cosa no va solo de reirse). Estabamos haciendo un ejercicio de librarnos de algo que no nos gustase de nosotros con un globo y tal.

El caso, que no sé muy bien porqué he empezado a llorar, lo bueno de liberarse de esta manera en este tipo de sitios es que nadie te pregunta que pasa, sino que agarran y te dan un abrazo colectivo. Y uno de estos anima mucho cuando se da de verdad. Luego si quieres contar lo que pasa ya es cosa de cada uno.


En la anterior entrada me quejé de que no tenía nada en común con la gente, pero lo retiro, no tengo nada en común con algunas personas de las que están ahi.

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