martes, 9 de febrero de 2010

Hoy ha sido la primera vez que me he mareado al donar sangre, y es que se ve que a la mujer que me ha atendido le han dado el título en una tómbola, porque si no no me lo explico.

De todas las veces que he ido a donar esta ha sido la más rara, os explico: yo siempre he sido bastante lenta en llenar la bolsa de sangre, y para que vaya más rápido me dan una de esas pelotitas antiestrés para que la apriete con la mano. Normalmente al hacer el movimiento de apretarla se nota la aguja dentro del brazo, algo que no me parece demasiado asqueroso, da un poco de impresión pero nada más.

El problema es que hoy la mujer que me ha atendido, al ver que yo iba más lenta, ha empezado a mover la aguja, pa' dentro y pa' fuera, evidentemente con eso y la sensación de la pelota a la vez ya no he podido.

Les he avisado: Oye, que me estoy mareando. Y me han atendido entre las tres chicas que había alli muy bien. Pero luego una compañera que también estaba donando me ha comentado que la que me estaba moviendo la aguja le ha dicho a otra que yo era una exagerada.

El caso, es que si me mareo lo digo, no me voy a esperar a estar inconsciente en el suelo.


Y me ha jodido más el comentario, que el mareo y el moratón que me va a salir en el brazo juntos.

2 comentarios:

Mirna Macondo dijo...

No sé con qué derecho te llama exagerada... Yo tengo un amigo que se desmaya unos 10 minutos después de que le pinchen, así por así. No le dan miedo ni le duele ni se marea, pero luego se desmaya.
Qué caray, la aguja para dentro y para fuera... asquete, como para no revolvérsete el estómago.

Michelle Durán dijo...

Que una bolsa se llene de sangre , sabiendo que es tuya , que sale de tu cuerpito.. eso, eso..
me parece la cosa más diabólica nunca antes vista .

Saludos. Me mareo.